​ La necesidad de movernos

Hablar de movimiento está hoy en boca de muchos. Me muevo, soy un mover, practico movimiento…

Todos nos movemos, somos movimiento, desde el día que nuestro corazón late por primera vez, hasta el día que damos el último suspiro. La única certeza que tenemos es que sin vida, no hay movimiento.

Mirémoslo al revés. Si pierdo toda capacidad de moverme, probablemente esté muerto. Y lo cierto es que no dejamos de movernos porque nos hacemos mayores, sino que nos hacemos mayores cuando dejamos de movernos. Todos conocemos casos de personas que han sido siempre activas (no sedentarias) y que, ya con una avanzada edad, tienen más vitalidad que muchos jóvenes. No es coincidencia.

Hace unos cuantos años, para sobrevivir había que moverse. Había que ir a cazar, perseguir algunos animales, escaparse de otros, recolectar frutas y bayas, ir al río a por agua, pescar, cargar los bebés, moverse por terrenos irregulares, fabricar herramientas, hacer fuego… ¡se me ocurren tantas cosas! Y nuestro cuerpo es el que es hoy y tiene las capacidades que tiene, porque se fue adaptando a todos estos estímulos. Somos como somos físicamente, y nuestros procesos internos son como son, porque es la adaptación que mejor asegura la supervivencia de nuestra especie.

Hoy en día lo tenemos todo muy fácil, demasiado. Todo esto lo solucionamos abriendo la puerta de la nevera.

Nuestro cuerpo es un todo y tiene unas capacidades como conjunto (punto que desarrollaré más adelante en otros artículos). Ha evolucionado hasta tener estas capacidades gracias a los estímulos de su entorno. De igual forma, la falta de un estímulo provocará una desadaptación (se adaptará al «no estímulo»), hará mermar nuestras habilidades y, con ello, mermará nuestra capacidad para sobrevivir.

En términos de movimiento, la falta de un estímulo motriz provocará con el tiempo una pérdida en la capacidad de movernos. «Use it or lose it«, o lo usas o lo pierdes.

Así pues, la necesidad de movernos surge de la necesidad de vivir, de perdurar, de ser longevos y de mantener las capacidades motrices de nuestro cuerpo por mucho tiempo. Dicho de otra manera, necesitamos movernos para tener una longevidad en condiciones.

Muévete, por tu longevidad.

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