[NOTA: este artículo es una traducción de la Newsletter de The Kesley Report, de Doug Kesley. Más detalles al final]
La sabiduría popular sugiere que la osteoartritis (OA) es una patología de «uso y desgaste».
Es un punto de vista mecanístico como si nuestro cuerpo fuera más como un coche o alguna otra máquina que como un organismo biológico y dinámico. Los coches y las máquinas se estropean y si tienes los recambios adecuados, puedes arreglarlos hasta cierto punto, pero los coches/máquinas no tienen la habilidad de arreglarse ellos mismos… por lo menos hasta ahora.
Nuestros cuerpos sin embargo, no son un tipo de máquina con carne. A diferencia de las máquinas, tenemos un número de mecanismos de auto-regulación y reparación. No necesitamos un experto para curar una rascada o un corte o ayudar incluso con algunos desgarros o esguinces. Las fracturas, en general se sueldan, e incluso el hígado, que es capaz de soportar mucho abuso también sana por sí mismo. Pero hay un límite. Lesiones severas requieren de ayuda profesional, pero la mayoría de cosas que nos suceden en la vida, las podemos autogestionar.
Para que nuestros cuerpos funcionen y se autoregulen óptimamente, necesitamos por lo menos tres cosas: estrés físico (movimiento), sueño y la nutrición adecuada (también necesitamos socializar, divertirnos, sentido de propósito, etc. pero eso para otro día).
Nuestras articulaciones se encuentran en problemas cuando alguna de estas falta, siendo el sueño una de las importantes en este aspecto, o cuando se encuentran en exceso o desequilibrio tales como demasiado carga física o una recuperación inadecuada.
OA representa el deterioro de una superficie articular – el cartílago que recubre la zona del final de los huesos. La función del cartílago es atenuar la transmisión de fuerzas y proveer de una superficie prácticamente libre de fricción para un movimiento suave.
En la OA, el cartílago se reblandece y es más fácil que se dañe. Y, por este reblandecimiento, las cargas físicas son entonces transferidas hacia otra estructura como el hueso que se encuentra justo debajo.
Si bien la exposición repetitiva a grandes cargas puede dañar la superficie de la articulación y provocar OA, no siempre es así.
Los corredores no aumentan su riesgo a padecer OA si han sido consistentemente corredores recreacionales durante su vida (1). Y sabemos que las cargas que el cuerpo recibe de correr son múltiples veces el peso corporal (2).
Aún así, la teoría más común sobre cómo la gente desarrolla OA sugiere que la acumulación de fuerzas excesivas y anormales en la articulación supone un trauma a nivel del cartílago y termina desgastándolo (3).
El cartílago articular responde al estrés físico igual que los demás tejidos biológicos – remodelándose y fortificándose para adaptarse a las nuevas cargas(4). Esto es parte del mecanismo de autoregulación de nuestro cuerpo, y es capaz de hacerlo gracias a la acción de un tipo concreto de células – los condrocitos.
El condrocito hace para el cartílago lo que los osteoblastos para el hueso. Los condrocitos producen una matriz que mantiene el tejido unido y están constantemente produciendo y destruyendo cartílago.
El problema con la OA es que hay un desequilibrio en esta producción/destrucción. La destrucción de cartílago empieza a exceder la producción.
Una vez este ciclo empieza, se vuelve difícil revertirlo, en parte por la falta de riego sanguíneo al tejido cartilaginoso. El cartílago tiene un metabolismo lento, así que cualquier cambio que hagas tomará mucho tiempo en dar resultados.
Entonces, ¿porqué desarrollan OA personas que no han tenido episodios traumáticos, que no han soportado grandes cargas, o que han hecho ejercicio toda la vida? ¿Es que son las cargas de la vida diaria – caminar, ir de un sitio a otro, recoger o dejar cosas – las que desgastan el cartílago?
O, ¿es que hay quizá algo más? ¿Hay algo que interfiere en el mecanismo de autoregulación?
Dieta y OA
Las causas de la OA pueden ser muchas, pero una de la que normalmente no se habla es la relación entre la dieta y la OA.
Más específicamente, el gluten.
El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo y hay evidencia de que personas con sensibilidad al gluten pueden desarrollar dolor articular(5).
El gluten actual es producto de múltiples hibridaciones genéticas hechas para que sea más fácil producir el trigo y convertirlo en los alimentos que consumimos (aunque, no estoy seguro si deberíamos considerar los donuts como comida).
Por esta hibridación, el trigo moderno contiene nuevas proteínas y son estas proteínas que parece que causen una inflamación sistémica y sensibilidad al gluten. Adicionalmente, el gluten se ha vuelto más difícil de digerir, por lo menos para muchas personas.
Cuando consumes gluten (es sorprendente cuántos alimentos contienen gluten), si tienes sensibilidad, tu cuerpo reacciona con una respuesta inflamatoria en parte por cómo el gluten provoca un aumento de la permeabilidad de las paredes intestinales. Fragmentos no digeridos y partículas de comida pueden colarse al flujo sanguíneo (y aunque el gluten cause problemas intestinales, no es el único dado que hay un número de otros «alimentos» comemos pero que pueden interfieren en el ambiente intestinal). El cuerpo lo interpreta como un ataque, y desencadena un proceso inflamatorio.
La inflamación puede provocar dolor articular e interferir en la absorción de nutrientes a nivel intestinal pero también puede interferir el delicado equilibrio entre la producción y destrucción de cartílago dado que todos los tejidos dependen de una alimentación adecuada.
Si este es el caso, esto puede explicar el porqué algunas personas desarrollan OA sin ninguna historia de exceso de carga. Sí, hay alguna evidencia de que la OA pueda tener un componente genético pero este trabajo está aún fases muy preliminares(6).
Nadie sabe aún si el consumo de gluten causa OA. No hay ninguna relación causal entre el consumo de gluten y la aparición de OA. Sí hay, sin embargo suficiente evidencia como para estar preocupado, especialmente si te estás preguntando porqué tus articulaciones duelen cuando tu nivel de actividad ha permanecido relativamente constante. Pero una correlación – que al quitar el gluten, el dolor mejora – no es lo mismo que una causalidad. El dolor articular puede provenir de inflamación sistémica y eso no significa que tengas artritis. Hay mucha información en internet sugiriendo que el gluten causa artritis pero cuando lees los artículos, en la mayoría de casos no hay datos o estudios científicos, ni referencias.
Hasta que salgan pruebas, mejor no decir que el gluten causa OA que parece que hay relación entre ambos y que merece la pena explorarla.
¿Qué hacer?
Se ha escrito mucho sobre la importancia del peso corporal y la OA. La eliminación del gluten provoca a menudo una pérdida natural de peso – los detalles van más allá del objeto de este artículo, pero una buena lectura al respecto es «Wheat Belly» (traducido como «Vientre de Trigo») de William Davis – y cualquier pérdida de peso siempre será positiva tus articulaciones.
Un experimento relativamente fácil de llevar a cabo es eliminar el gluten de tu dieta durante al menos un mes. Observa tus síntomas en este período de tiempo e intenta no cambiar ninguna otra variable como tu actividad. Tu sensibilidad individual al gluten puede variar. Si tienes una respuesta positiva al eliminar el gluten, puedes probar añadirlo en pequeñas cantidades y ver sus efectos. Algunas personas personas no toleran en absoluto el gluten, mientras otras pueden encontrar un equilibrio que les funciones para ellos.
Si tienes dolor de rodilla sin explicación alguna, sin una historia de cargas excesivas o acumuladas en el tiempo y te preguntas el porqué, puede ser una buena opción probar una dieta libre de gluten. Entender la relación entre la dieta y la OA es una parte importante en cuanto a combatir los síntomas y a mejorar su funcionamiento.
Y eso, sin haber añadido aún los ejercicios de fortalecimiento de la articulación (de los que hablaremos en otro artículo).
Gracias por la lectura.
[NOTA: Este artículo ha sido adaptado y traducido del inglés de la Newsletter de Doug Kesley en The Kesley Report. Doug, es el autor del libro 90 day arthritis remedy (Remedio para la artritis en 90 días). Para más información y otros artículos sobre el funcionamiento articular, dolor de rodilla, regeneración de cartílago y otros, por favor referiros a su página web - en inglés]
Referencias mencionadas en el artículo:
1) Konradsen, L., et al. (1990) "Long distance running and osteoarthrosis" Am J Sports Med 18(4): 379-381 2)Nilsson, J. and A. Thorstensson (1989). “Ground reaction forces at different speeds of human walking and running.” Acta Physiol Scand 136(2): 217-227 3)Felson DT. Osteoarthritis as a disease of mechanics. Osteoarthritis Cartilage. 2013 Jan;21(1):10-5. doi: 10.1016/j.joca.2012.09.012. Epub 2012 Oct 4. Review. PubMed PMID: 23041436; PubMed Central PMCID: PMC3538894 4)Roos, E. M. and L. Dahlberg (2005). “Positive effects of moderate exercise on glycosaminoglycan content in knee cartilage: a four-month, randomized, controlled trial in patients at risk of osteoarthritis.” Arthritis Rheum 52(11): 3507-3514 5)Volta U, Bardella MT, Calabrò A, Troncone R, Corazza GR. An Italian prospective multicenter survey on patients suspected of having non-celiac gluten sensitivity. BMC Med. 2014;12:85. 2) Slot O, Locht H. Arthritis as presenting symptom in silent adult coeliac disease. Two cases and review of the literature. Scand J Rheumatol. 2000;29(4):260-3. 3)Zopf Y, Dieterich W. [Non-celiac disease non-wheat allergy wheat sensitivity]. Dtsch Med Wochenschr. 2015;140(22):1683-7 6)Eleni Zengini et al. Genome-wide analyses using UK Biobank data provide insights into the genetic architecture of osteoarthritis. Nature Genetics, 2018 DOI: 10.1038/s41588-018-0079-y